domingo, 30 de diciembre de 2012

¿Quienes son los demonios?




Fantasmas, duendes, genios, demonios... Personas de diversas religiones creen en estos espíritus y los consideran malignos, buenos, o ambas cosas a la vez. Otras, en cambio, opinan que no son más que una superstición, un producto de la imaginación. Ahora bien, ¿qué dice la Biblia sobre este tema?

La Biblia enseña que el Creador mismo es un Espíritu y que sus primeras creaciones fueron espíritus, o ángeles (Juan 4:24; Hebreos 1:13, 14). Además, habla de espíritus malignos, a los que a veces llama demonios (1 Corintios 10:20, 21; Santiago 2:19). Pero no enseña que Dios creara a los demonios. Entonces, ¿quiénes son, y de dónde salieron?

“Ángeles que pecaron”

Cuando Dios creó a seres espirituales, los dotó de libre albedrío, es decir, de la capacidad de elegir por ellos mismos si hacer el bien o el mal. Por desgracia, tras la creación del ser humano, un número no especificado de ángeles optó por hacer el mal rebelándose contra Dios.

El primer espíritu que se rebeló, el más infame, se convirtió en Satanás. “No permaneció firme en la verdad”, dijo Jesucristo (Juan 8:44). ¿Qué impulsó a Satanás a volverse contra Dios? Empezó a codiciar la adoración que le pertenece exclusivamente al Creador, actuó en conformidad con ese deseo y se erigió en un dios rival. De esta manera se hizo a mismo Satanás, palabra que significa “opositor”. Siglos más tarde, antes del diluvio universal, otros ángeles se unieron a él al abandonar su puesto en los cielos y materializarse en forma humana para vivir en la Tierra (Génesis 6:1-4; Santiago 1:13-15). Cuando vino el Diluvio, todo indica que “los ángeles que pecaron” se desmaterializaron y regresaron a la región espiritual (2 Pedro 2:4; Génesis 7:17-24). Andando el tiempo se les llegó a conocer como demonios (Deuteronomio 32:17; Marcos 1:34).

Pero la situación de los ángeles desobedientes pasó a ser muy distinta de la que habían tenido antes de rebelarse. Judas 6 explica: “A los ángeles que no guardaron su posición original, sino que abandonaron su propio y debido lugar de habitación, [Dios] los ha reservado con cadenas sempiternas bajo densa oscuridad para el juicio del gran día”. En efecto, Dios no permitió que los demonios volvieran a tener los privilegios que antes habían disfrutado en el cielo. Más bien, los privó de toda iluminación espiritual echándolos en simbólicos “hoyos de densa oscuridad”.

“Extraviando a toda la tierra habitada”

Aunque todo apunta a que los demonios no pueden materializarse de nuevo como seres humanos, siguen teniendo mucho poder y ejerciendo gran influencia sobre las ideas y la vida de la gente. De hecho, Satanás, junto con sus huestes demoníacas, “está extraviando a toda la tierra habitada” (Revelación [Apocalipsis] 12:9; 16:14). ¿De qué manera? En buena medida, a través de “enseñanzas de demonios” (1 Timoteo 4:1). Estas doctrinas falsas, a menudo de carácter religioso, han cegado la mente de millones de personas a la verdad sobre Dios (2 Corintios 4:4). Lo invitamos a considerar algunas de tales enseñanzas.

La creencia de que los muertos siguen vivos. Por medio de apariciones, voces y diversos engaños, los demonios inducen a la gente a creer que los vivos pueden comunicarse con los muertos. Con ello también fomentan la mentira de que hay un alma que sobrevive a la muerte del cuerpo. Sin embargo, la Biblia afirma rotundamente que los muertos “no tienen conciencia de nada en absoluto” (Eclesiastés 9:5, 6). Puesto que ‘han bajado al silencio’, ni siquiera pueden alabar a Dios (Salmo 115:17).

La moral del “todo vale”. “El mundo entero yace en el poder del inicuo”, dice 1 Juan 5:19. Valiéndose de los medios de comunicación y de otros canales, Satanás y sus demonios promueven la maliciosa idea de que los seres humanos deben dar rienda suelta a sus más bajos deseos (Efesios 2:1-3). Por esa razón, el mundo de hoy está plagado de perversiones sexuales y de todo tipo de inmoralidad. Estas conductas llegan incluso a verse como normales, mientras que los principios bíblicos se suelen considerar anticuados o intolerantes.

La creencia en el espiritismo. En cierta ocasión, el apóstol Pablo se encontró con una sirvienta poseída por “un demonio de adivinación [mediante el que] proporcionaba mucha ganancia a sus amos practicando el arte de la predicción” (Hechos 16:16). Pablo se negó a escucharla, pues sabía de dónde procedían sus dotes sobrenaturales. Además, no quería ofender a Dios, para quien son detestables todas las formas de espiritismo, incluyendo la astrología y la práctica de invocar a poderes ocultos (Deuteronomio 18:10-12).

Protéjase de los demonios

¿Cómo puede usted protegerse de los espíritus malignos? La Biblia responde: “Sujétense [...] a Dios; pero opónganse al Diablo, y él huirá de ustedes” (Santiago 4:7). Podemos seguir este mandato obedeciendo en nuestra vida las enseñanzas de la Biblia, el único libro sagrado que denuncia abiertamente a Satanás, los demonios y sus “artimañas” (Efesios 6:11, nota; 2 Corintios 2:11). La Biblia también nos dice que los espíritus malignos y todos los que se oponen a Dios dejarán de existir (Romanos 16:20). “Los rectos son los que residirán en la tierra, y los exentos de culpa son los que quedarán en ella”, asegura Proverbios 2:21.

 

Las serpientes en los ritos religiosos ayer y hoy

 

El culto a las serpientes se remonta a civilizaciones muy antiguas. Por ejemplo, los egipcios y los primeros habitantes de la isla de Creta —los minoicos— ya las adoraban. En el pueblo de Israel, muchos llegaron a hacer sacrificios a una serpiente de cobre. Otros israelitas incluso ofrecieron incienso a imágenes de “cosas que se arrastran” (Ezequiel 8:10-12; 2 Reyes 18:4).

Varios pueblos ancestrales de México estaban inmersos en la adoración a dioses-serpiente. La divinidad más importante de los mayas, Itzamná, guardaba relación con las serpientes. Quetzalcóatl, la “serpiente emplumada”, era el dios tolteca de la sabiduría, la cultura y la filosofía. Los aztecas también lo consideraban el dios de la sabiduría e incluso lo veneraban como el creador de la humanidad. Respecto a sus funciones y atributos, la revista Arqueología Mexicana señala: “La serpiente emplumada acumuló múltiples significados, tantos como quizá ninguna otra divinidad los tuvo”.

Durante siglos, los habitantes de Mesoamérica adoraron a la serpiente emplumada. Ciertos grupos étnicos de México, como los coras y los huicholes, todavía le rinden culto. En algunas de sus fiestas realizan danzas en las que los participantes, engalanados con plumas, imitan los movimientos de la serpiente. Otro pueblo indígena, los quichés, celebran un rito de la fertilidad en el que ejecutan danzas con serpientes vivas. Los chortíes, indígenas mayas de Guatemala, también veneran a una serpiente emplumada que identifican con ciertos “santos” católicos.

En vista de lo anterior, quizá algunos se pregunten: “¿Qué piensa al respecto el Creador del ser humano y los animales, entre ellos las serpientes?”.

Lo que Dios piensa sobre el culto a las serpientes

A la antigua nación de Israel, Jehová Dios le dio este mandato: “No debes hacerte una imagen tallada ni una forma parecida a cosa alguna que esté en los cielos arriba o que esté en la tierra debajo o que esté en las aguas debajo de la tierra. No debes inclinarte ante ellas ni ser inducido a servirlas” (Éxodo 20:4, 5).

De modo que Dios le prohibió a su pueblo adorar imágenes de animales, como las serpientes. Está claro, entonces, que si queremos contar con la aprobación divina, hemos de huir del culto a las serpientes. Pero ¿por qué condena Dios este tipo de veneración? Simple y sencillamente, porque es él quien da la vida tanto a seres humanos como a serpientes y a cualquier otra criatura. Por eso, nuestra adoración se la debemos a él, no a las cosas que ha creado.

Ilustrémoslo. Un arquitecto construye varias casas para donárselas a algunas familias. Imagínese que los ocupantes glorificaran las casas y les dieran las gracias a ellas en vez de al generoso arquitecto. ¿Verdad que sería absurdo? Seguramente él se ofendería. De igual modo, a Dios le ofende que la gente adore a los animales en vez de a él, que es el Creador.

En conclusión, si deseamos obtener el favor de Dios, debemos hacer caso de la advertencia del apóstol Juan: “Hijitos, guárdense de los ídolos” (1 Juan 5:21).

 

LA MANIPULACIÓN DE SERPIENTES

     En el sureste de Estados Unidos, ciertas iglesias carismáticas practican la manipulación de serpientes venenosas. Hay quienes se las colocan sobre los hombros, y otros agarran varias a la vez. El hecho de levantarlas y moverlas pudiera asustarlas y hacer que muerdan. A lo largo de los años, algunos han muerto por manipularlas en sus ritos religiosos.

  Los manipuladores de serpientes fundamentan su práctica en el pasaje de Marcos 16:17, 18, que en parte dice: “Con las manos tomarán serpientes”. La Reina-Valera y otras versiones bíblicas tradicionales incluyen estos versículos como parte del texto original. Sin embargo, otras versiones como la Reina-Valera Actualizada, la Versión Popular y la Nueva Versión Internacional señalan que estos versículos no aparecen en la mayoría de los manuscritos más antiguos del evangelio de Marcos.

  La Biblia no apoya la idea de que el rito religioso de manipular serpientes cuente con la aprobación divina. En ella se dice que “Dios es amor” (1 Juan 4:8). Seguramente usted concordará en que nuestro amoroso Creador no pediría que sus siervos realizaran ritos peligrosos a fin de complacerlo. Es más, su propio Hijo, Jesús, ofreció esta invitación: “Vengan a mí, todos los que se afanan y están cargados, y yo los refrescaré” (Mateo 11:28, 29). Está claro que la manipulación de serpientes —y el dolor, las alteraciones físicas y hasta la muerte que pudieran sobrevenir— no es lo que Jehová y Jesús desean para los cristianos.

 


domingo, 30 de septiembre de 2012

Experimentacion animal... Reacciones violentas


Si se pudiese computar el número exacto de cuadrúpedos que se utilizan en experimentos de laboratorio y como modelos para la investigación médica, la cifra total que daría por año en todo el mundo sería asombrosa. Se calcula que todos los años se utilizan tan solo en Estados Unidos por lo menos 17 millones de animales —como perros, gatos, primates, cobayas y conejos—. Las ratas y ratones componen el 85% de esta cifra. Como no hay registros exactos de cuántos de esos animales se utilizan ni dónde, algunos expertos consideran estas cifras como, a lo más, cálculos deficientes. Algunas fuentes dicen que el total para Estados Unidos se aproxima más a los cien millones. ¿Le resultan sorprendentes estas cifras?

Aunque el sacrificio de estos mamíferos no se ha llevado a cabo sin un propósito definido, ¿le produce aversión solo pensarlo? ¿Considera inmoral esta matanza? Millones de personas aborrecen el uso de animales en la investigación. Hay quienes afirman que el maltrato de animales es exclusivismo de especie. Ese tipo de exclusivista es la persona “partidaria de defender los intereses de su propia especie en contra de los de otras especies”. (Point/Counterpoint Responses to Typical pro-Vivisection Arguments [Reacciones contrarias a los argumentos típicos en pro de la vivisección].) Según los liberacionistas, los exclusivistas de especie “creen que el fin justifica los medios, y que hay que hacer mal [a los animales] para lograr bien [para los humanos]”.

Por otro lado, el punto de vista científico se resume en las siguientes preguntas: ¿Se siente usted agraviado por un sistema que aboga por la matanza de animales a fin de que los médicos puedan aprender nuevas técnicas para practicar operaciones en seres humanos o impedir la propagación de enfermedades mortíferas? ¿Está preparado para renunciar a nuevos fármacos y procedimientos médicos salvavidas porque sabe que primero se experimentaron con animales? ¿Estaría dipuesto o preferiría que para la experimentación quirúrgica, en lugar de a un animal se utilizase a su padre, a su madre o a un hijo suyo al que se le hubiese diagnosticado la muerte cerebral pero que su organismo aún estuviese vivo? Y, por último, queda la siguiente pregunta: si la investigación con un animal pudiera salvarle a usted o a un ser querido de una enfermedad atroz o de la muerte, ¿la rechazaría por opinar que es inmoral sacrificar a un animal para salvar a un ser humano? Hay quienes dirían que este dilema no es tan fácil de resolver.

Movimiento de liberación animal

No obstante, durante la década de los ochenta se produjo una creciente sensibilidad contra el uso de animales en el campo de la investigación. Hoy día esa sensibilidad se ha traducido en una red mundial de organizaciones activas que continúan aumentando en fuerza y número de miembros. Dichas organizaciones manifiestan abiertamente sus demandas de que se elimine por completo el uso de todos los animales para la experimentación médica o de laboratorio.

Los activistas en pro de los derechos de los animales se hacen oír mediante manifestaciones callejeras, presiones políticas, revistas y periódicos, radio y televisión, y, de forma más notable, mediante tácticas agresivas y violentas. Un prominente activista canadiense dijo lo siguiente respecto a este movimiento de liberación: “Se extiende con rapidez por Europa, Australia y Nueva Zelanda. En Estados Unidos cada vez es más poderoso, y en Canadá ha experimentado un crecimiento extraordinario. Hay un grupo de redes diseminadas por todo el mundo y la tendencia mundial es la de apoyar a los movimientos que defienden los derechos de los animales de una forma más agresiva”.

Algunas de estas ‘redes agresivas’ están dispuestas a utilizar la violencia para defender su causa. Durante los últimos años, por lo menos veinticinco laboratorios de investigación en Estados Unidos han sido objeto de actos de vandalismo por parte de grupos que defienden los derechos de los animales. En los laboratorios de algunas universidades han estallado bombas. Estos ataques han causado daños por valor de millones de dólares (E.U.A.). Se han destruido importantes registros, así como datos valiosos. Algunos animales de laboratorio han sido robados y puestos en libertad. En uno de tales actos se destruyó investigación valiosa sobre la ceguera infantil. También se ha destruido equipo costoso valorado en centenares de miles de dólares.

En una carta abierta dirigida a las autoridades universitarias y a los medios de comunicación, un grupo militante de la liberación animal se jactó de que destruir en unos doce segundos un microscopio valorado en diez mil dólares con una barra de acero que les había costado solo cinco dólares había sido “una operación muy rentable”. En otros centros de investigación, médicos y científicos encontraron sangre vertida sobre los archivos y los materiales de investigación, así como consignas liberacionistas pintadas con espráis en las paredes. En un informe se menciona “hostigamiento, incluso amenazas de muerte contra científicos y sus familias”. En Estados Unidos, los que abogan por la liberación animal han amenazado de muerte o con violencia a más de una docena de científicos. En 1986, un locutor dijo durante un programa de la BBC de Londres: “Lo que une a los activistas es la convicción de que en la guerra para libertar a los animales, la acción directa —la destrucción de la propiedad y hasta de la vida— está moralmente justificada”.

La dirigente de un movimiento de liberación animal dijo: “Nadie ha resultado herido, pero eso es una amenaza peligrosa [...]. Más tarde o más temprano alguien devolverá los golpes y alguna persona puede resultar herida”. En esa entrevista, que tuvo lugar en 1986, la misma dirigente liberacionista predijo que habría violencia en Gran Bretaña y Alemania occidental. Los casos de bombas incendiarias y actos de violencia que han tenido lugar hasta ahora han confirmado su predicción. En Estados Unidos ya se ha atentado contra la vida de un hombre cuya compañía experimenta con animales. La rápida acción por parte de la policía le salvó de una bomba. No obstante, no todos los que abogan por la liberación animal concuerdan con estas tácticas violentas e ilegales.

¿Por qué se oponen?

Según The Journal of the American Medical Association, “la mayoría de los que se preocupan por el uso que se hace de los animales en la investigación biomédica pueden dividirse en dos categorías generales: primero, los que se preocupan del bienestar de los animales y que no se oponen a la investigación biomédica, sino que quieren estar seguros de que a los animales se les trata de la forma más humana posible, que la cantidad de animales utilizados es estrictamente la mínima requerida y que tan solo se utilizan animales cuando es necesario”. Según encuestas recientes, este colectivo lo compone la mayoría que menos se hace oír.

Segundo, “los que se preocupan por los derechos de los animales y que adoptan una posición más radical y opuesta por completo al uso de animales en la investigación biomédica”. “Los animales tienen derechos fundamentalmente inalienables —dijo el codirector de uno de tales grupos—. Si un animal es capaz de notar dolor o sentir temor, entonces tiene derecho a que no se le trate así.” Otro portavoz dijo: “No existe ningún fundamento racional para decir que un ser humano tiene derechos especiales. Tanto da que sea una rata, un cerdo, un perro o un niño. Todos son mamíferos”.

Muchos de los que están profundamente convencidos de que hay que luchar por la liberación animal se oponen a que se utilicen animales para comer, para vestir, en los deportes y hasta como animales de compañía. Los que se oponen a que se pesque y coma pescado han arrojado al agua a pescadores. Hay quienes han sido víctimas de maltrato verbal en las calles por llevar prendas y complementos de piel. Personas con un punto de vista más radical respecto al uso y abuso de los animales han entrado por la fuerza en algunas tiendas y han destruido costosas prendas de piel. Uno de ellos dijo: “No tomaré huevos para desayunar ni llevaré artículos de cuero”. “Detrás de casi cada loncha de tocino magro y de cada huevo de apariencia inocua —advertía un boletín de la Humane Society, de Estados Unidos— se esconde una larga y oculta historia de sufrimiento intolerable.” Acompañado de fotografías de cerdas y gallinas confinadas a pequeñas pocilgas y jaulas, el boletín afirmaba que estas condiciones tan extendidas en la industria del cerdo y las aves de corral convierten un “plato de huevos con tocino en nada menos que ‘el desayuno de la crueldad’”. Es obvio que en la cuestión de la defensa de los derechos de los animales existen sentimientos muy intensos y sinceros.

Historias de terror

Muchas personas creen que la oposición a la investigación animal está plenamente justificada. Uno de los casos más infames tuvo que ver con el Head Injury Laboratory de una prestigiosa universidad americana. En unas videocintas robadas durante una incursión por parte de un movimiento de liberación animal se vio a “monos a los que se les golpeaba la cabeza en el interior de una máquina mientras los investigadores se reían por el comportamiento irregular de criaturas con el cerebro dañado”, informó la revista Kiwanis de septiembre de 1988. Esto hizo que el gobierno dejase de suministrar fondos a dicho laboratorio.

También se lleva a cabo la infame prueba de Draize, demasiado común en las industrias de cosméticos, champús, detergentes y lejías. Esta prueba se utiliza para medir el grado de irritación que pueden causar en los ojos de una persona aquellos productos que podrían introducirse en ellos por accidente. Suele realizarse colocando de seis a nueve conejos albinos en unos cepos de los que solo pueden sacar la cabeza y el cuello, lo que impide que se rasquen los ojos con las patas cuando les vierten en ellos la sustancia química. Se dice que los conejos chillan de dolor. Hasta muchos investigadores se oponen enconadamente a este tipo de prueba y tratan de que deje de utilizarse. Los movimientos en pro de los derechos de los animales han demostrado con documentos la veracidad de muchas historias de horror relacionadas con laboratorios de investigación animal.

Los que abogan por la liberación animal no tienen una opinión muy elevada del doctor Robert White, a quien citamos antes. La American Anti-Vivisection Society escribió que él “es el infame vivisector de Cleveland que ha trasplantado cabezas de monos y ha mantenido cerebros de monos vivos en un fluido fuera del cuerpo”.

Como sucede en el caso de muchas controversias, existen los dos extremos, pero también un término medio que trata de aprovechar los mejores efectos y eliminar los peores. Por ejemplo, ¿existen algunas alternativas prácticas a la experimentación animal? ¿Es el rechazo total a la investigación animal la única respuesta viable y equilibrada?

 

 

 

Experimentación animal. Punto de vista equilibrado

A PESAR de lo polémico que puede resultar el precio pagado, la mayoría de la gente cree que la investigación animal ha producido un gran bien a la humanidad. Incluso los que defienden los métodos violentos que se utilizan contra la experimentación animal han sido beneficiarios de los nuevos conocimientos médicos, procedimientos quirúrgicos y fármacos para combatir la enfermedad.

Martin Stephens, de la Humane Society, de Estados Unidos, dijo: “Tenemos que ser honrados y reconocer que se han conseguido algunos beneficios con la investigación animal, pero nuestro objetivo final es prescindir por completo de los animales”. (Parade Magazine, 9 de octubre de 1988.) “Admito —dijo Vicki Miller, presidenta de la Humane Society, de Toronto— que a finales del siglo pasado se les dio un uso bastante bueno a los animales. No se puede negar que el control de la diabetes provino de la investigación animal, pero ahora que disponemos de todo tipo de tecnologías alternativas, ya no se necesita.” (The Sunday Star, Toronto [Canadá].)

A esta misma crítica se le preguntó cómo respondería a los que plantean el siguiente argumento: “Si por salvar la vida de un bebé ha de morir una rata, merece la pena. Si no se investiga con animales, mueren bebés para salvar ratas”. La respuesta que ella dio al periódico Globe and Mail, de Toronto, fue: “Es una cuestión muy emotiva, por lo que ha sido casi imposible ganar. [...] Existe la cuestión de la rata o el bebé, y siempre se pierde”.

En el artículo anterior se planteó la pregunta: “Si la investigación con un animal pudiera salvarle a usted o a un ser querido de una enfermedad atroz o de la muerte, ¿la rechazaría usted?”. John Kaplan, profesor de Derecho de la universidad Stanford, de California, respondió lo siguiente en la revista Science de noviembre de 1988: “Los que se oponen a la investigación con animales raras veces insisten en sus principios y comunican a sus médicos que no utilicen los resultados de la investigación biomédica con animales cuando existe la posibilidad de que hacerlo beneficie a sus seres queridos o a ellos mismos, así como tampoco han estado dispuestos a renunciar a las ventajas de cualesquier avances futuros procedentes de la investigación animal. Podemos admirar los principios que impelen a los testigos de Jehová a rechazar transfusiones de sangre [...] y los que impelen a aquellos que se oponen a la caza de animales de piel fina a no llevar pieles, pero debemos combatir enérgicamente la ideología que motiva a los que se oponen a la investigación animal a no defender su causa mediante el ejemplo, sino a presentar argumentos poco honrados con el fin de deponer cada uno de los beneficios”.

“Al público se le debería informar —escribió el director de la revista Science en el número del 10 de marzo de 1989— que la investigación con animales también beneficia a otros animales. De hecho, una vacuna contra la peste bovina, virus que mata con lentitud y dolor a millones de cabezas de ganado, se perfeccionó mediante experimentos con animales; hoy día la Organización Mundial de la Salud utiliza esa vacuna para millones de cabezas de ganado en África.”

El punto de vista bíblico

Después del diluvio global de los días de Noé, Jehová Dios promulgó el siguiente decreto para Noé y su descendencia, de la que nuestra generación forma parte: “Todo animal moviente que está vivo puede servirles de alimento. Como en el caso de la vegetación verde, de veras lo doy todo a ustedes. Solo carne con su alma —su sangre— no deben comer”. (Génesis 9:1, 3, 4.) Las pieles de animales también podían utilizarse para confeccionar prendas de vestir, lo cual no sería una violación del dominio que Dios había concedido al hombre sobre el reino animal. (Génesis 3:21.)

“Si a los animales se les puede usar como alimento para sostener la vida de la gente —comentó la revista ¡Despertad! del 8 de noviembre de 1980—, parece razonable el que se les use en experimentos médicos para salvar vidas. No obstante, esto no da licencia para llevar a cabo experimentos inútiles que se efectúen repetidas veces sin ninguna restricción y que sometan a los animales a sufrimiento intenso.” Ciertamente, la crueldad despiadada hacia los animales es injustificable desde el punto de vista bíblico. (Éxodo 23:4, 5, 12; Deuteronomio 25:4; Proverbios 12:10.)

Muchos médicos y científicos admiten que el movimiento radical de los que se oponen a la investigación animal ha tenido algún resultado positivo. “Muchísimos puntos en los que insiste el movimiento que lucha por el bienestar de los animales son extremados pero justos”, admitió un científico. “Seguro que las vidas y los sufrimientos de los animales tienen que valer para algo”, declaró el científico americano Jeremy J. Stone. “Hay conocimiento que quizás se obtiene a un precio demasiado elevado”, aceptó el fisiólogo británico doctor D. H. Smith. “Concordamos con el deseo de hacer que la investigación sea menos dolorosa, de cuidar bien a los animales con los que experimentamos y de reducir el número de ellos”, dijo el doctor J. B. Wyngaarden, del Instituto Nacional de la Salud, de Estados Unidos. Y un activista en pro de la defensa de los animales admitió: “Utilizar animales sin ningún tipo de consideraciones solía ser casi una muestra de hombría. Hoy día se cree que hay que buscar otras alternativas”.

“Alternativas” es la palabra clave. Los científicos admiten que quizás nunca lleguen al punto de prescindir por completo de los animales en el campo de la investigación, pero no cesan de buscar alternativas dondequiera que sea posible. Por ejemplo, como ahora se dispone de un procedimiento químico, ya no se utilizan conejos para la prueba del embarazo humano ni cobayas para aislar el bacilo de la tuberculosis. Hay métodos de cultivo que en la actualidad salvan la vida de estos animales que de otra forma morirían. Otros procedimientos de cultivo de tejidos han reemplazado la experimentación llevada a cabo con algunos ratones, y muchos conejos destinados a la dolorosa prueba de Draize pueden librarse gracias a la alternativa de utilizar membrana de huevo de gallina para hacer la prueba. Lo cierto es que los que lamentan el sufrimiento de los animales esperan que se descubran muchas más alternativas, y pronto.

No obstante, la mayor alternativa a la experimentación animal será el tan esperado paraíso terrestre por el que los cristianos verdaderos han orado. Jehová Dios, el Creador amoroso, ha prometido que todas las enfermedades, y la propia muerte, serán erradicadas para siempre. En el nuevo mundo que Dios ha prometido, entre el hombre y los animales reinará siempre la paz, y no habrá nada que les haga sentir miedo. Tampoco habrá más enfermedades ni, por lo tanto, más necesidad de recurrir a la experimentación animal. La crueldad será cosa del pasado. (Isaías 25:8; 33:24; 65:25; Mateo 6:9, 10.)

 



Los jóvenes preguntan...¿Importa que pelicula vea?


“LAS películas no ejercen ninguna influencia en mí —afirma una adolescente llamada Karen—, porque las escenas de miedo y de terror solo las veo para distraerme.” Hay muchos jóvenes que, al igual que esta chica, dicen ser inmunes a la influencia de las películas. No obstante, la joven Georgia no está de acuerdo. Ella ha visto varias películas clasificadas R y dice: “Nunca olvidas aquellas escenas [...]. Cuanto más piensas en ellas, más deseas hacer lo que has visto”.
Las películas gozan de inmensa popularidad entre los jóvenes. En un año reciente, el 36% de los más de 113 millones de personas que hicieron cola para entrar en los cines de Estados Unidos eran adolescentes. Otros millones se valen de las videocintas o de la televisión por cable para ver películas en la intimidad de su hogar. Por supuesto, todos necesitamos relajarnos y distraernos de vez en cuando, pues la diversión puede reconfortar y estimular la mente. Muchos jóvenes consideran que una manera de lograrlo y de llenar una tarde o noche que de otra manera sería aburrida, es ver una película. Pero, ¿qué clase de películas ves tú? ¿Importa en realidad?
Las tendencias actuales de las películas
“Hedonismo, sexualidad, violencia, avaricia, egoísmo.” Según el psiquiatra infantil Robert Coles, estos son los valores que predominan en la mayoría de las películas que se producen hoy. De manera similar, una investigación encabezada por el doctor Vince Hammond llegó a la conclusión de que “la mayoría de las películas que se proyectan en los países industrializados contienen alguna medida de violencia, y muchas son clasificadas de violentas o altamente violentas”. Los investigadores de Hammond examinaron mil películas de diversos países. ¿A qué conclusión llegaron? “La producción de películas violentas es un problema mundial.”
Las películas que más popularidad tienen entre los jóvenes son las de horror, las que reflejan posesión demoniaca, violaciones y derramamiento de sangre de maneras sumamente perversas. Según lo expresó el doctor Neil Senior, citado en la revista Seventeen, en estas películas “se ve todo lo que ninguna familia querría que les sucediera a ellos”. Sin embargo, muchos jóvenes hacen cola para verlas.
También ha aumentado mucho la cantidad de películas con escenas pornográficas. Según un profesor de universidad, “en Canadá, los mayores consumidores de videocintas pornográficas son jóvenes con edades comprendidas entre los doce y los diecisiete años, y eso puede estar pervirtiendo su modo de ver la conducta sexual”.
Sin embargo, esta situación no parece preocupar mucho a la industria cinematográfica. La revista Variety dice que las películas que presentan escenas gráficas de violencia y sexo van en aumento, mientras que las películas sanas y para las familias ya apenas se producen. Entonces, ¿cabe la posibilidad de que cierto tipo de películas te afecten de manera negativa?
Una amenaza para tus ojos y oídos
Las películas constituyen una fuerte amenaza para los sentidos. Jesús dijo que “la lámpara del cuerpo es el ojo”. (Mateo 6:22.) Lo que ves puede tener un profundo efecto en ti. Una enciclopedia dice que “la mente se deja llevar por los ojos”. Por lo general, tu mente controla las cosas en las que tus ojos se fijan y ven, pero cuando te fijas en las enormes imágenes que se mueven por la pantalla de cine, es fácil que dejes tu mente en manos del director de la película. Algunos están tan absortos en la película que posiblemente necesiten un fuerte codazo en el costado para romper el hechizo de esta.
“El oído que oye” también influye mucho en tus pensamientos y actos. (Proverbios 20:12.) Las hipnotizantes imágenes y palabras, acompañadas de música que aviva las emociones, generan temor, emoción, ira y pasión. La consecuencia es que las películas pueden transmitir tal sensación de realismo que a algunos espectadores les resulta difícil distinguir entre la realidad y la ficción.
Una amenaza para tu mente y moralidad
La perspectiva o punto de vista que ofrece una película también puede influir mucho en tus reacciones. Por eso los directores de cine procuran que los espectadores se identifiquen con los personajes de la película, aun cuando el héroe sea un criminal o un sádico, sediento de poder. Si no tienes cuidado, puedes encontrarte aplaudiendo a un criminal.
¿Cómo reaccionó cierto auditorio a una reciente parodia de horror en la que un maniaco cuyos dedos eran cuchillas iba acuchillando durante varias escenas todo lo que se le ponía por delante? Animaron al sanguinario asesino. Dejaron que la cámara les manipulase la mente, y al parecer perdieron su sentido de valores... y toda la compasión por las víctimas.
¡Qué diferente es esta reacción a la admonición bíblica de no regocijarse por el desastre ajeno! (Proverbios 17:5.) Supone una franca contradicción de la regla áurea de Jesús ‘hacer a los demás lo que quieres que te hagan a ti’. (Mateo 7:12.) Además, ¿podría ser compatible con la exhortación bíblica de ser “tiernamente compasivos” el que uno se alegrase por un asesinato? (Efesios 4:32.) ¿No equivaldría eso a ponerse del lado de “la congregación de los malhechores”? (Salmos 26:4, 5.)
Efectos sutiles
Pero a ti quizás te parezca que el efecto que puede producirte una película es tan solo temporal, efímero. Y hay que admitir que no es probable que empieces a acuchillar a todo el que te encuentres por el simple hecho de que eso sea lo que hayas visto en alguna película. No obstante, un periódico de Nueva Zelanda dice que hay “cada vez más prueba de que las películas y videocintas violentas están vinculadas al comportamiento violento de algunos de los que las ven”. El libro Adolescence también hizo referencia a muchos estudios sobre la relación entre “la violencia en la televisión y el comportamiento agresivo”, y reconoció que hay “cada vez más prueba” de que existe una vinculación entre ambas.
También ha habido noticias de actos espantosos e imprudentes que algunos han cometido como reacción a ciertas escenas de películas. Por ejemplo, un joven murió de las heridas sufridas al tratar de hacer el pino sobre el capó de una camioneta que circulaba a toda velocidad. Poco antes había visto hacer esta acrobacia en una película popular. Así que no puede decirse que sea exagerado afirmar que una película puede afectar tus acciones.
De todas formas, lo más frecuente es que las películas influyan en ti de un modo mucho más sutil. Por ejemplo, ¿no tratan muchos de tus compañeros de hablar, vestir y arreglarse como ciertos ídolos de la pantalla? ¿No es prueba esta reacción de la fuerte influencia que ejercen las películas? En otros casos, ver películas inmorales obviamente deteriora los valores morales de un joven. Por eso el investigador y doctor Thomas Radecki afirma que ver muchas películas violentas “conduce a una aumentante insensibilidad hacia la violencia”.
La Biblia dice: “Jehová mismo examina al justo así como al inicuo, y Su alma ciertamente odia a cualquiera que ama la violencia”. (Salmos 11:5.) ¿Podría ocurrir que el hábito de ver películas violentas afectase tu actitud hacia la violencia? ¿Podría darse el caso de que empezases a encontrar entretenida y hasta divertida la violencia? Y, ¿cabría la posibilidad de que te volvieses más propenso que antes a zanjar problemas y diferencias mediante el uso de la fuerza? Bien se dijo en Proverbios 10:23: “El necio disfruta con el crimen”. (Serafín de Ausejo.)
Y, ¿qué efecto podrían tener en tu moralidad cristiana? ¿Podría ser que ver escenas crudas de sexo y desnudez te hiciera perder de vista lo impropio de participar en relaciones sexuales premaritales y las lamentables consecuencias de tal conducta? ¿Podría debilitar tu ‘odio a lo que es malo’? (Salmos 97:10.)
La escritora Jane Burgess-Kohn explica la experiencia de una chica llamada Jeanie. Después de “ver una película muy erótica” con el chico con quien salía, Jeanie admitió que se sintió “excitada” hasta el punto de empezar a acariciarse y besuquearse. Pero no pudo parar allí. “Lamento decir —confesó Jeanie— que aquella noche fui fácil de persuadir para tener relaciones sexuales. Todavía no sé lo que me hizo perder la razón. Ni siquiera me gustaba demasiado el chico.”
De modo que, indiscutiblemente, las películas tienen el poder de influir en tu corazón, tus pensamientos y tu comportamiento.


 

 

viernes, 31 de agosto de 2012

La Biblia y la moralidad de los adolescentes



Parece que los adolescentes han heredado el peor de todos los mundos posibles en lo que se refiere a los mensajes que reciben sobre lo sexual: Las películas, la música, los programas radiales y la televisión les dicen que las relaciones sexuales son románticas, excitadoras, emocionantes [...] Sin embargo, al mismo tiempo los jóvenes reciben el mensaje de que las niñas buenas deben decir que no.”—Instituto Alan Guttmacher.

En cuanto a lo moral, la juventud de hoy ha crecido en una era de ambigüedades. Sin embargo, la Biblia ofrece dirección clara y precisa respecto a la moralidad sexual. Mientras que los programas de educación sexual tienden a concentrar la atención en evitar la preñez, la Biblia muestra que lo que hay que evitar son las relaciones sexuales premaritales mismas. “Pues habéis de saber que ningún fornicario [lo que incluye el participar en relaciones sexuales antes del matrimonio], o impuro, o avaro [...] tendrá parte en la heredad del reino de Cristo y de Dios”, dice la Biblia. (Efesios 5:5, Versión Bartina-Roquer.) Está claro que las relaciones sexuales deben limitarse al matrimonio.

Como se ve, la respuesta al problema de la preñez entre las adolescentes no es enseñar a los jóvenes métodos anticonceptivos, sino darles guía moral y espiritual. La Biblia muestra claramente quiénes tienen la responsabilidad de dar esa guía: “Padres, no estén irritando a sus hijos, sino sigan criándolos en la disciplina y regulación mental de Jehová”. (Efesios 6:4.)

Sin embargo, en una encuesta se pidió a unos jóvenes que “calificaran a sus padres, como fuentes de información sexual, en una escala que se extendía desde insatisfactorios hasta muy satisfactorios. Por lo general los adolescentes calificaron a sus madres de poco satisfactorias. A los padres dieron la calificación de muy insatisfactorios”. Por eso, ¿es realista esperar que los padres den a sus hijos dirección sobre asuntos sexuales?

 

Cómo dar guía moral a los jóvenes

En Proverbios 4:1-4 el rey Salomón da esta exhortación a los jóvenes: “Escuchen, oh hijos, la disciplina de un padre [...] Pues yo resulté ser un hijo verdadero para mi padre, tierno y el único delante de mi madre. Y él me instruía y me decía: ‘Que tu corazón tenga firmemente asidas mis palabras’”. Queda claro que Salomón pudo considerar hasta cosas íntimas con su padre; Salomón mismo considera la inmoralidad sexual de manera muy franca. (Proverbios 5:1-19.)

Entre los testigos de Jehová, muchas familias también mantienen un diálogo franco con sus hijos... ¡y con mucho éxito! Hacen más que solamente decir a sus hijos: “¡No!” respecto a las relaciones sexuales. La Biblia les ayuda a dar a sus hijos razones sólidas para evitar la promiscuidad sexual. Considere de nuevo las palabras de Salomón. En Proverbios 5:3, 4 él anima a los jóvenes a evitar las relaciones sexuales con una ramera. “Como panal de miel los labios de una mujer extraña [una ramera] siguen goteando, y su paladar es más suave que el aceite.” Sí, la perspectiva de inmoralidad puede parecer muy atractiva. Sin embargo, Salomón advierte: “El efecto que después viene de ella es tan amargo como el ajenjo; es tan agudo como una espada de dos filos”.

Como Salomón, los padres pueden razonar con sus hijos sobre las consecuencias de las relaciones sexuales. Una conciencia perturbada, preñeces indeseadas, enfermedades venéreas como el SIDA... estas son las amargas consecuencias de unos cuantos momentos de placer engañador. Salomón también exhorta a los jóvenes a ‘no dar a otros su dignidad’. (Proverbios 5:9.) ¿No es una falta de respeto a sí mismo o a sí misma el que la persona joven se entregue a alguien que no está interesado en el matrimonio? ¿No es humillante servir simplemente como medio de satisfacer las pasiones egoístas de uno mismo o de otra persona? Los padres pueden ayudar a sus hijos a comprender estos hechos.

Salomón dio, además, este consejo sobre cómo tratar con la persona inmoral: “Mantén tu camino alejado del lado de ella, y no te acerques a la entrada de su casa”. (Proverbios 5:8.) Del mismo modo, los padres pueden dar a los jóvenes consejo práctico sobre evitar circunstancias comprometedoras. Pueden instarlos a no concertar citas con personas sin principios. Y cuando lleguen al período en que estén capacitados para hacer la corte a alguien, se les puede estimular a dar pasos prácticos para evitar la conducta pecaminosa. Por ejemplo, la pareja que está pensando en el matrimonio pudiera hacer arreglos para que alguien siempre los acompañara en sus citas. ¿Parece anticuado esto? Quizás. Pero es mejor tomar precauciones razonables para que no “tengas que gemir en tu futuro cuando se acaben tu carne y tu organismo. Y tengas que decir: ‘¡Cómo he odiado la disciplina [...]! [...] Y no he escuchado la voz de mis instructores’”. (Proverbios 5:11-13.)

 

Cómo ayudar a los jóvenes a temer a Jehová

Se calcula que tan solo en los Estados Unidos hay más de 12.000.000 de jóvenes que llevan una vida sexual activa. Ni siquiera la epidemia del SIDA ha podido detener este oleaje de inmoralidad. Sin embargo, los testigos de Jehová tratan de inculcar en sus hijos algo que tiene más influencia que el temor al SIDA o a la preñez: un temor saludable a Jehová Dios. En Proverbios 5:21 Salomón recuerda lo siguiente a los jóvenes: “Porque los caminos del hombre están enfrente de los ojos de Jehová, y él está contemplando todos sus senderos trillados”. Por eso Juan, un testigo de Jehová que es padre de cuatro hijos, aconseja: ‘Lo que ayuda es que los hijos amen y teman a Jehová. No vacile en dejar que su hijo sepa que nuestros actos egoístas pueden entristecer a Jehová’. (Compárese con Proverbios 27:11.)

Por supuesto, para que el temor a Dios sea una fuerza disuasiva que en realidad impida la inmoralidad, Dios tiene que ser muy real para el joven. (Compárese con Hebreos 11:27.) Los padres pueden ayudar a sus hijos a cultivar una relación genuina con Dios mediante un estudio regular de la Biblia, orar diariamente y considerar experiencias de la vida real. Cuando un joven llegue a comprender que Dios se interesa en él, se sentirá impulsado a evitar la conducta que pudiera desagradar a Dios. (1 Pedro 5:7.)

Es interesante que la relación de un joven con Dios también puede ayudar a satisfacer ciertas necesidades que a menudo no se satisfacen en el caso de muchos otros jóvenes. Por ejemplo, ciertos peritos afirman que muchas veces el joven que se da a la promiscuidad sexual lo hace como medio de combatir sentimientos de debilidad o una falta de amor propio. Sin embargo, ¡el joven que tiene a Jehová como Amigo no tiene que verse plagado por sentimientos de ese tipo! Puede decir: “Dios es mi ayudador; Jehová está entre los que sostienen mi alma”. (Salmo 54:4.)

 

Punto de vista equilibrado de lo sexual y el matrimonio

Por supuesto, los padres no desean que sus hijos desarrollen un punto de vista negativo o de pudor exagerado respecto a las relaciones sexuales. Aunque la Biblia condena la fornicación, también muestra que las intimidades sexuales pueden ser muy hermosas, es decir, dentro del arreglo matrimonial. En lenguaje poético, Salomón añade: “Resulte bendita tu fuente de aguas, y regocíjate con la esposa de tu juventud [...] Que sus propios pechos te embriaguen a todo tiempo. Con su amor estés en un éxtasis constantemente”. (Proverbios 5:18, 19.)

Al considerar este punto de vista elevado de las relaciones maritales, no hay razón para que los padres se sientan incómodos al considerar asuntos íntimos. Dice Juan (a quien ya nos hemos referido): “Siempre hablamos honradamente con ellos, de modo que el tema de las relaciones sexuales no es ningún secreto. Damos énfasis a que es una dádiva del Creador, Jehová, de que han de disfrutar esposo y esposa al tiempo debido”. Otro padre de dos muchachos adolescentes dice: “Desde que eran muy jovencitos hemos considerado francamente con ellos los asuntos que tienen que ver con el sexo. Hemos tratado de enseñarles un punto de vista respetuoso y elevado del amor y lo sexual. Seguimos dialogando en cuanto a esto”. Un dato significativo es que estos jóvenes han conservado la castidad.

 

Cómo hacer ‘sabios para la salvación’ a los jóvenes

El apóstol Pablo predijo que “los hombres inicuos e impostores avanzarán de mal en peor”. (2 Timoteo 3:13.) Por eso, las normas morales seguirán decayendo. La promiscuidad y la preñez entre adolescentes seguirá plagando a la sociedad humana.

Los padres piadosos acuden a la Biblia para hacer a sus hijos ‘sabios para la salvación’. (2 Timoteo 3:15.) Si se da cuenta de que usted mismo necesita conocer mejor la Biblia, no vacile en comunicarse con los testigos de Jehová escribiendo a los publicadores de esta revista. Ellos con gusto se encargarán de que usted reciba dicha instrucción gratuitamente. Los testigos de Jehová también pueden suministrarle publicaciones como el libro Tu juventud... aprovechándola de la mejor manera. La información bíblica de ese libro ha ayudado a miles de jóvenes a huir de los lazos de la inmoralidad del mundo.

Pero ¿qué se puede decir de las jóvenes que ya han vivido la tragedia de un embarazo ilegítimo? No hay por qué considerar sin esperanza esas situaciones. Dios ‘perdona en gran manera’ al que de veras se arrepiente de su proceder. (Isaías 55:7.) Aunque no es fácil la vida de una madre soltera, el aplicar los principios bíblicos puede resultar en una vida de éxito para la que se encuentra en esa situación. Una joven que tuvo tres hijos fuera del matrimonio antes de hacerse cristiana ha logrado eso. Se esfuerza por aplicar la Palabra de Dios en su familia. Al asociarse estrechamente con una congregación de testigos de Jehová, ha recibido mucho consuelo y apoyo. Dice: “Es verdaderamente maravilloso servir a un Dios que está tan dispuesto a perdonar, y tener hermanos y hermanas tan comprensivos. Por primera vez en la vida me siento limpia y sana en sentido espiritual y físico”.

Por supuesto, lo mejor sería evitar ante todo los problemas de las relaciones sexuales premaritales. Felizmente, hoy día miles de jóvenes hacen eso, porque siguen el consejo siempre oportuno de la Biblia.

 

martes, 7 de agosto de 2012

Sucesos de los ultimos dias




“Se levantará nación contra nación y reino contra reino.” (Mateo 24:7.) En los últimos cien años han muerto millones de personas a causa de las guerras. Un historiador británico escribió: “El siglo XX fue el más sangriento de la historia. [...] Fue un siglo en el que hubo guerras casi de continuo, pues solo en unos pocos y breves períodos no se produjeron conflictos armados en ningún lugar”. Un informe del Instituto Worldwatch indica: “En las guerras [del siglo XX] hubo el triple de muertos que en todas las guerras desde el siglo I después de Cristo hasta 1899”. Más de cien millones de seres humanos han fallecido por esta razón desde 1914. Así pues, las guerras han dejado a una enorme cantidad de personas sin sus seres queridos. Tal vez usted mismo ha pasado por esa dolorosa experiencia.
Violencia

 “Habrá escaseces de alimento.” (Mateo 24:7.) Los investigadores dicen que en los últimos treinta años ha aumentado mucho la producción de alimentos. Sin embargo, sigue habiendo escasez porque mucha gente no tiene terreno donde cultivar los alimentos ni dinero para comprarlos. En los países en desarrollo, más de mil millones de personas sobreviven con muy poco: un dólar al día, o incluso menos. Y la mayoría de ellas sufren de hambre crónica. La Organización Mundial de la Salud señala que la desnutrición es uno de los principales factores que contribuyen a que mueran más de cinco millones de niños al año.
Hambre

 “Habrá grandes terremotos.” (Lucas 21:11.) Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, tan solo desde 1990 ha habido un promedio anual de diecisiete terremotos lo bastante intensos como para dañar edificios y agrietar la tierra. Y casi todos los años ha habido también terremotos que han causado la destrucción total de edificios. Otra fuente de información indica: “En los últimos cien años han muerto cientos de miles de personas debido a los terremotos, y los adelantos tecnológicos solo han logrado reducir un poco esa cantidad”.

 “Habrá [...] pestes.” (Lucas 21:11.) A pesar de los avances de la medicina, la humanidad está plagada de enfermedades, tanto antiguas como nuevas. Según cierto informe, en las últimas décadas se han hecho más comunes veinte enfermedades que ya se conocían —como la tuberculosis, el paludismo (o malaria) y el cólera—, y otras se han vuelto cada vez más difíciles de curar con medicamentos. Además, han aparecido por lo menos treinta enfermedades nuevas. Algunas de ellas son mortales y hasta ahora no tienen cura.



LA GENTE DE LOS ÚLTIMOS DÍAS

 La Biblia no solo predijo que los últimos días estarían marcados por ciertos sucesos mundiales, sino también por un cambio en la sociedad humana. El apóstol Pablo describió cómo sería la gente en general. En 2 Timoteo 3:1-5 dice: “En los últimos días se presentarán tiempos críticos, difíciles de manejar”. Estas son algunas de las características que tendrían las personas, según indicó Pablo:

se amarían a sí mismas

▪ amarían el dinero

▪ no obedecerían a sus padres

▪ serían desleales

▪ no sentirían cariño natural

▪ no sabrían dominarse

▪ serían feroces

▪ amarían los placeres más bien que a Dios

▪ aparentarían tener devoción a Dios, pero con sus hechos demostrarían que esta no tiene poder en su vida

 ¿Se ha vuelto así la gente de su comunidad? Seguramente. Por todas partes hay personas que se comportan de ese modo. Esto muestra que Dios actuará pronto, pues la Biblia dice: “Cuando los inicuos [o malos] brotan como la vegetación, y todos los practicantes de lo que es perjudicial florecen, es para que sean aniquilados para siempre” (Salmo 92:7).



LOS SUCESOS POSITIVOS

 En estos últimos días hay, sin duda, muchas dificultades, tal como predijo la Biblia. Sin embargo, entre los siervos de Jehová tienen lugar algunos sucesos positivos.

 “El verdadero conocimiento se hará abundante”, profetizó el libro bíblico de Daniel. ¿Cuándo se cumplirían esas palabras? En “el tiempo del fin” (Daniel 12:4). Desde 1914 en particular, Jehová ha ayudado a quienes desean servirle a que comprendan mejor algunas verdades bíblicas muy valiosas. Por ejemplo, las que tienen que ver con el nombre y el propósito de Dios, el sacrificio de Jesucristo, el estado de los muertos y la resurrección. Los siervos de Jehová han aprendido también a llevar una vida que los beneficia a ellos y alaba a Dios. Han entendido con más claridad lo que es el Reino de Dios y cómo arreglará la situación de la Tierra. ¿Qué hacen con ese conocimiento? Esta pregunta nos lleva a otra profecía que se está cumpliendo en estos últimos días.

 “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada”, dijo Jesucristo en su profecía sobre “la conclusión del sistema de cosas” (Mateo 24:3, 14). Por todo el planeta se están predicando las buenas nuevas del Reino, es decir, lo que es el Reino, lo que hará y cómo podemos recibir sus bendiciones. Estas buenas noticias se llevan a más de doscientos treinta países y se presentan en más de cuatrocientos idiomas. Millones de testigos de Jehová procedentes de ‘todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas’ predican con entusiasmo las buenas nuevas del Reino (Revelación 7:9). Además, dan clases bíblicas gratuitas a millones de personas que desean saber lo que enseña realmente la Biblia. Sin duda impresiona ver cómo se está cumpliendo esta profecía, sobre todo si se tiene en cuenta que Jesús predijo que los verdaderos cristianos serían “objeto de odio de parte de toda la gente” (Lucas 21:17).


¿Y QUÉ HARÁ USTED?

 En vista de que en la actualidad se están cumpliendo tantas profecías bíblicas, ¿no cree que vivimos en los últimos días? Las buenas nuevas se van a predicar hasta que Jehová quede satisfecho, y entonces sin falta “vendrá el fin” (Mateo 24:14). “El fin” se refiere al momento en el que Dios eliminará la maldad de la Tierra. Mediante Jesús y los poderosos ángeles destruirá a todas las personas que se empeñen en oponerse a él (2 Tesalonicenses 1:6-9). Satanás y sus demonios ya no engañarán más a las naciones. Después de eso, el Reino de Dios traerá muchas bendiciones a todos los que se sometan a su justo gobierno (Revelación 20:1-3; 21:3-5).

 Como el fin del sistema de Satanás está cerca, cada uno de nosotros tiene que preguntarse: “¿Qué debería estar haciendo yo?”. Lo más sabio es seguir aprendiendo acerca de Jehová y de lo que él espera de nosotros (Juan 17:3). Estudie la Biblia con interés y esmero. Acostúmbrese a asistir a las reuniones que celebran quienes se esfuerzan por hacer la voluntad de Jehová (Hebreos 10:24, 25). Adquiera el abundante conocimiento que él nos ofrece a todos, y haga los cambios necesarios para agradarle (Santiago 4:8).

 Jesús predijo que la mayoría de la gente no prestaría atención a las pruebas de que vivimos en los últimos días. La destrucción de los malvados llegará de pronto, cuando nadie lo espere, y tomará por sorpresa a casi todo el mundo, como lo hace el ladrón que actúa de noche (1 Tesalonicenses 5:2). Jesús advirtió: “Así como eran los días de Noé, así será la presencia del Hijo del hombre. Porque como en aquellos días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, los hombres casándose y las mujeres siendo dadas en matrimonio, hasta el día en que Noé entró en el arca; y no hicieron caso hasta que vino el diluvio y los barrió a todos, así será la presencia del Hijo del hombre” (Mateo 24:37-39).

 Por lo tanto, Jesús advirtió: “Presten atención a sí mismos para que sus corazones nunca lleguen a estar cargados debido a comer con exceso y beber con exceso, y por las inquietudes de la vida, y de repente esté aquel día sobre ustedes instantáneamente como un lazo. Porque vendrá sobre todos los que moran sobre la haz de toda la tierra. Manténganse despiertos, pues, en todo tiempo haciendo ruego para que logren escapar de todas estas cosas que están destinadas a suceder, y estar en pie [es decir, aprobados] delante del Hijo del hombre” (Lucas 21:34-36). Debemos tomar en serio las palabras de Jesús. ¿Por qué? Porque las personas que tengan la aprobación de Jehová Dios y del “Hijo del hombre”, Jesucristo, podrán sobrevivir al fin del mundo de Satanás. Y además, podrán vivir para siempre en el maravilloso nuevo mundo que tan cerca está (Juan 3:16; 2 Pedro 3:13).