“Parece que los adolescentes han heredado el peor de
todos los mundos posibles en lo que se refiere a los mensajes que reciben sobre
lo sexual: Las películas, la música, los programas radiales y la televisión les
dicen que las relaciones sexuales son románticas, excitadoras, emocionantes [...]
Sin embargo, al mismo tiempo los jóvenes reciben el mensaje de que las niñas
buenas deben decir que no.”—Instituto Alan Guttmacher.
En
cuanto a lo moral, la juventud de hoy ha crecido en una era de ambigüedades.
Sin embargo, la Biblia ofrece dirección clara y precisa respecto a la moralidad
sexual. Mientras que los programas de educación sexual tienden a concentrar la
atención en evitar la preñez, la Biblia muestra que lo que hay que evitar son
las relaciones sexuales premaritales mismas. “Pues habéis de saber que ningún
fornicario [lo que incluye el participar en relaciones sexuales antes del
matrimonio], o impuro, o avaro [...] tendrá parte en la heredad del reino
de Cristo y de Dios”, dice la Biblia. (Efesios 5:5, Versión Bartina-Roquer.)
Está claro que las relaciones sexuales deben limitarse al matrimonio.
Como
se ve, la respuesta al problema de la preñez entre las adolescentes no es enseñar
a los jóvenes métodos anticonceptivos, sino darles guía moral y espiritual. La
Biblia muestra claramente quiénes tienen la responsabilidad de dar esa guía: “Padres,
no estén irritando a sus hijos, sino sigan criándolos en la disciplina y
regulación mental de Jehová”. (Efesios 6:4.)
Sin
embargo, en una encuesta se pidió a unos jóvenes que “calificaran a sus padres,
como fuentes de información sexual, en una escala que se extendía desde
insatisfactorios hasta muy satisfactorios. Por lo general los adolescentes
calificaron a sus madres de poco satisfactorias. A los padres dieron la calificación
de muy insatisfactorios”. Por eso, ¿es realista esperar que los padres den a
sus hijos dirección sobre asuntos sexuales?
Cómo dar guía moral
a los jóvenes
En
Proverbios 4:1-4 el rey Salomón da esta exhortación a los jóvenes: “Escuchen,
oh hijos, la disciplina de un padre [...] Pues yo resulté ser un hijo
verdadero para mi padre, tierno y el único delante de mi madre. Y él me instruía
y me decía: ‘Que tu corazón tenga firmemente asidas mis palabras’”. Queda claro
que Salomón pudo considerar hasta cosas íntimas con su padre; Salomón mismo
considera la inmoralidad sexual de manera muy franca. (Proverbios 5:1-19.)
Entre
los testigos de Jehová, muchas familias también mantienen un diálogo franco con
sus hijos... ¡y con mucho éxito! Hacen más que solamente decir a sus hijos: “¡No!”
respecto a las relaciones sexuales. La Biblia les ayuda a dar a sus hijos razones
sólidas para evitar la promiscuidad sexual. Considere de nuevo las palabras de
Salomón. En Proverbios 5:3, 4 él anima a los jóvenes a evitar las relaciones
sexuales con una ramera. “Como panal de miel los labios de una mujer extraña
[una ramera] siguen goteando, y su paladar es más suave que el aceite.” Sí, la
perspectiva de inmoralidad puede parecer muy atractiva. Sin embargo, Salomón
advierte: “El efecto que después viene de ella es tan amargo como el ajenjo; es
tan agudo como una espada de dos filos”.
Como
Salomón, los padres pueden razonar con sus hijos sobre las consecuencias de las
relaciones sexuales. Una conciencia perturbada, preñeces indeseadas,
enfermedades venéreas como el SIDA... estas son las amargas consecuencias de
unos cuantos momentos de placer engañador. Salomón también exhorta a los jóvenes
a ‘no dar a otros su dignidad’. (Proverbios 5:9.) ¿No es una falta de respeto a
sí mismo o a sí misma el que la persona joven se entregue a alguien que no está
interesado en el matrimonio? ¿No es humillante servir simplemente como medio de
satisfacer las pasiones egoístas de uno mismo o de otra persona? Los padres
pueden ayudar a sus hijos a comprender estos hechos.
Salomón
dio, además, este consejo sobre cómo tratar con la persona inmoral: “Mantén tu
camino alejado del lado de ella, y no te acerques a la entrada de su casa”.
(Proverbios 5:8.) Del mismo modo, los padres pueden dar a los jóvenes consejo
práctico sobre evitar circunstancias comprometedoras. Pueden instarlos a no
concertar citas con personas sin principios. Y cuando lleguen al período en que
estén capacitados para hacer la corte a alguien, se les puede estimular a dar
pasos prácticos para evitar la conducta pecaminosa. Por ejemplo, la pareja que
está pensando en el matrimonio pudiera hacer arreglos para que alguien siempre
los acompañara en sus citas. ¿Parece anticuado esto? Quizás. Pero es mejor
tomar precauciones razonables para que no “tengas que gemir en tu futuro cuando
se acaben tu carne y tu organismo. Y tengas que decir: ‘¡Cómo he odiado la
disciplina [...]! [...] Y no he escuchado la voz de mis instructores’”.
(Proverbios 5:11-13.)
Cómo ayudar a los
jóvenes a temer a Jehová
Se
calcula que tan solo en los Estados Unidos hay más de 12.000.000 de jóvenes
que llevan una vida sexual activa. Ni siquiera la epidemia del SIDA ha podido
detener este oleaje de inmoralidad. Sin embargo, los testigos de Jehová tratan
de inculcar en sus hijos algo que tiene más influencia que el temor al SIDA o a
la preñez: un temor saludable a Jehová Dios. En Proverbios 5:21 Salomón
recuerda lo siguiente a los jóvenes: “Porque los caminos del hombre están
enfrente de los ojos de Jehová, y él está contemplando todos sus senderos
trillados”. Por eso Juan, un testigo de Jehová que es padre de cuatro hijos,
aconseja: ‘Lo que ayuda es que los hijos amen y teman a Jehová. No vacile en
dejar que su hijo sepa que nuestros actos egoístas pueden entristecer a Jehová’.
(Compárese con Proverbios 27:11.)
Por
supuesto, para que el temor a Dios sea una fuerza disuasiva que en realidad
impida la inmoralidad, Dios tiene que ser muy real para el joven. (Compárese
con Hebreos 11:27.) Los padres pueden ayudar a sus hijos a cultivar una relación
genuina con Dios mediante un estudio regular de la Biblia, orar diariamente y
considerar experiencias de la vida real. Cuando un joven llegue a comprender
que Dios se interesa en él, se sentirá impulsado a evitar la conducta que
pudiera desagradar a Dios. (1 Pedro 5:7.)
Es
interesante que la relación de un joven con Dios también puede ayudar a
satisfacer ciertas necesidades que a menudo no se satisfacen en el caso de
muchos otros jóvenes. Por ejemplo, ciertos peritos afirman que muchas veces el
joven que se da a la promiscuidad sexual lo hace como medio de combatir
sentimientos de debilidad o una falta de amor propio. Sin embargo, ¡el joven
que tiene a Jehová como Amigo no tiene que verse plagado por sentimientos de
ese tipo! Puede decir: “Dios es mi ayudador; Jehová está entre los que
sostienen mi alma”. (Salmo 54:4.)
Punto de vista equilibrado
de lo sexual y el matrimonio
Por
supuesto, los padres no desean que sus hijos desarrollen un punto de vista
negativo o de pudor exagerado respecto a las relaciones sexuales. Aunque la
Biblia condena la fornicación, también muestra que las intimidades sexuales
pueden ser muy hermosas, es decir, dentro del arreglo matrimonial. En lenguaje
poético, Salomón añade: “Resulte bendita tu fuente de aguas, y regocíjate con
la esposa de tu juventud [...] Que sus propios pechos te embriaguen a todo
tiempo. Con su amor estés en un éxtasis constantemente”. (Proverbios 5:18, 19.)
Al
considerar este punto de vista elevado de las relaciones maritales, no hay razón
para que los padres se sientan incómodos al considerar asuntos íntimos. Dice
Juan (a quien ya nos hemos referido): “Siempre hablamos honradamente con ellos,
de modo que el tema de las relaciones sexuales no es ningún secreto. Damos énfasis
a que es una dádiva del Creador, Jehová, de que han de disfrutar esposo y
esposa al tiempo debido”. Otro padre de dos muchachos adolescentes dice: “Desde
que eran muy jovencitos hemos considerado francamente con ellos los asuntos que
tienen que ver con el sexo. Hemos tratado de enseñarles un punto de vista
respetuoso y elevado del amor y lo sexual. Seguimos dialogando en cuanto a esto”.
Un dato significativo es que estos jóvenes han conservado la castidad.
Cómo hacer ‘sabios para
la salvación’ a los jóvenes
El
apóstol Pablo predijo que “los hombres inicuos e impostores avanzarán de mal en
peor”. (2 Timoteo 3:13.) Por eso, las normas morales seguirán decayendo.
La promiscuidad y la preñez entre adolescentes seguirá plagando a la sociedad
humana.
Los
padres piadosos acuden a la Biblia para hacer a sus hijos ‘sabios para la
salvación’. (2 Timoteo 3:15.) Si se da cuenta de que usted mismo necesita
conocer mejor la Biblia, no vacile en comunicarse con los testigos de Jehová
escribiendo a los publicadores de esta revista. Ellos con gusto se encargarán
de que usted reciba dicha instrucción gratuitamente. Los testigos de Jehová
también pueden suministrarle publicaciones como el libro Tu juventud...
aprovechándola de la mejor manera. La
información bíblica de ese libro ha ayudado a miles de jóvenes a huir de los
lazos de la inmoralidad del mundo.
Pero
¿qué se puede decir de las jóvenes que ya han vivido la tragedia de un embarazo
ilegítimo? No hay por qué considerar sin esperanza esas situaciones. Dios ‘perdona
en gran manera’ al que de veras se arrepiente de su proceder. (Isaías 55:7.)
Aunque no es fácil la vida de una madre soltera, el aplicar los principios bíblicos
puede resultar en una vida de éxito para la que se encuentra en esa situación.
Una joven que tuvo tres hijos fuera del matrimonio antes de hacerse cristiana
ha logrado eso. Se esfuerza por aplicar la Palabra de Dios en su familia. Al
asociarse estrechamente con una congregación de testigos de Jehová, ha recibido
mucho consuelo y apoyo. Dice: “Es verdaderamente maravilloso servir a un Dios
que está tan dispuesto a perdonar, y tener hermanos y hermanas tan
comprensivos. Por primera vez en la vida me siento limpia y sana en sentido
espiritual y físico”.
Por
supuesto, lo mejor sería evitar ante todo los problemas de las relaciones
sexuales premaritales. Felizmente, hoy día miles de jóvenes hacen eso, porque
siguen el consejo siempre oportuno de la Biblia.